La principal diferencia entre la marihuana macho y hembra son sus flores, las cuales forman sus órganos reproductores. Mientras que la marihuana hembra es la encargada de gestar las semillas que darán lugar a nuevas plantas, la marihuana macho se encarga de producir el polen que fecundará a las flores femeninas para la producción de dichas simientes.
En el mundo del cultivo de cannabis, entender la diferencia entre las plantas macho y hembra es crucial. Aunque a simple vista pueden parecer similares, las diferencias entre estos dos tipos planta son fundamentales para la elaboración de productos CBD.
Las plantas hembra son las más valoradas por los cultivadores debido a sus cogollos ricos en terpenos y cannabinoides, entre los que se incluye el CBD. Por otro lado, las plantas macho juegan un papel muy importante en la reproducción, pero su presencia puede afectar negativamente la producción de cogollos si no se manejan correctamente.
En este artículo, exploraremos en profundidad las características que diferencian a las plantas de marihuana macho de las hembras, cómo identificarlas y por qué es necesario hacerlo.
Características de las plantas de marihuana hembra: por qué son tan apreciadas
Al ser las flores de las plantas de marihuana sus órganos reproductores, a nivel morfológico hay una clara diferencia entre hembras y machos. Las flores de las plantas hembra están preparadas para la formación de semillas, mientras que las de las plantas macho se especializan en la producción de polen.
Asimismo, las flores de las plantas de cannabis hembra cuentan con un gran número de tricomas, que componen su resina. Estos son unas pequeñas estructuras cristalinas que parecen pelitos blancos que recubren los cogollos.
Se trata de glándulas especializadas en la producción de cannabinoides y terpenos, por lo que son las encargadas de la producción de THC, CBD y otros compuestos responsables de los efectos que puede ejercer el cannabis.
En otras palabras: a diferencia de las flores de las plantas macho, los cogollos de las plantas hembra sí producen sustancias activas. Es decir, generan compuestos capaces de interactuar con el sistema endocannabinoide de los mamíferos, produciendo diversos efectos.
Si las plantas hembra producen semillas, ¿por qué dichas semillas no suelen aparecer en los cogollos?
Cuando las flores macho liberan su polen al ambiente, este puede viajar varios kilómetros, siendo transportado por el viento hasta fecundar los pistilos de una flor femenina. Este fenómeno se traduciría en la formación de semillas por parte de la hembra fecundada.
Sin embargo, cuando una planta empieza a formar semillas, se reduce el número de tricomas producidos, así como el nivel de sustancias activas que estos producen. Dado que, una vez polinizada, su misión principal pasa a ser la formación de semillas sanas que den lugar a una descendencia vigorosa, la producción de resina pasa a un segundo plano.
Además, para los consumidores de cannabis, que normalmente fuman las flores hembra, es muy molesto estar encontrando semillas continuamente, ya que estas no se fuman, por lo que necesitan apartarlas. Si, por descuido, llegan a fumar alguna semilla, esta producirá muy mal olor al quemarse y dará mal sabor a las flores.
Por ambas razones, los consumidores de cannabis prefieren las flores hembra libres de semillas, puesto que contienen un mayor nivel de sustancias activas y no hay que quitar las semillas para su consumo.
Nuestras flores CBD son de la mejor calidad, por lo que están libres de semillas, reproduciendo fielmente el aspecto y aroma de la marihuana tradicional, pero sin THC. Se trata de un artículo de coleccionismo no destinado al consumo humano. Por tanto, cualquier uso distinto de este constituye una utilización indebida del producto.
¿Cómo se consiguen los cogollos sin semillas?
Para obtener flores libres de semillas es necesario cultivar solamente plantas hembra en un ambiente aislado en el que no puedan ser polinizadas. Antiguamente, se plantaban toda clase de semillas y, cuando las plantas empezaban a florecer, antes de que madurasen sexualmente, se identificaban y arrancaban las plantas macho para evitar la polinización.
Esto conlleva una gran inversión de tiempo y recursos, ya que hay dedicar espacio, agua y fertilizantes a plantas que no van a producir ningún tipo de retorno. Sin embargo, no había otra forma de sexar las plantas.
En la actualidad, en cambio, los productores de cannabis acostumbran a sembrar utilizando lo que se conoce como semilla feminizada. Se trata de un tipo de semilla que dará lugar a una planta hembra con un 99,9% de seguridad.
Aunque parece cosa de magia, es la ciencia la que permite que esto suceda, de manera que los cannabicultores pueden ahorrar una gran cantidad de recursos y asegurarse de que todas las plantas del cultivo serán hembras.
Esto se logra revirtiendo el sexo de una planta hembra mediante una sustancia llamada tiosulfato de plata. Explicado de manera muy simplificada, este compuesto inhibe la producción de hormonas femeninas, por lo que las planta en cuestión empieza a producir flores macho, aunque a nivel genético sigue siendo hembra.
En el cannabis, igual que en los humanos, el sexo se determina a nivel cromosómico, de manera que la combinación XX en los cromosomas sexuales da lugar al sexo femenino y, la XY, al masculino.
Por tanto, las plantas tratadas con tiosulfato de plata, producen flores macho, pero conservan los cromosomas XX propios de las hembras. Es decir, se produce un cambio de sexo a nivel físico y hormonal, pero no a nivel genético. Al utilizar el polen de estas flores masculinas para fecundar a otras plantas hembra también con combinación XX, las semillas resultantes siempre conservarán la combinación cromosómica XX.
Esto se traduce en que estas semillas solo podrán dar lugar a ejemplares de cannabis de sexo femenino, por lo que los productores se aseguran de sus cultivos estarán libres de flores macho que puedan polinizar a las hembras, evitando así la producción involuntaria de semillas.