El hachís es un conocido derivado del cannabis que cuenta con siglos de historia en distintas partes del globo. Su apariencia y textura distintivas lo caracterizan, así como sus tradicionales efectos psicotrópicos.
Se obtiene a partir de la resina de las flores de cannabis de las plantas hembra. Esta resina se encuentra en unas pequeñas estructuras llamadas tricomas, que son glándulas que producen los diversos compuestos activos de la planta, como cannabinoides y terpenos.
Tienen la apariencia de pelitos diminutos con una bolita en la punta, como si fuese la forma de un chupa-chup. Los tricomas son especialmente ricos en compuestos activos como el THC, el CBD y los terpenos, que confieren al cannabis sus efectos y propiedades.
El hachís, a diferencia de las flores, se presenta como una sustancia sólida y ligeramente pegajosa cuyo color y consistencia pueden variar según su tipología. Las características más destacables de este compuesto son:
- Textura: El hachís de mejor calidad acostumbra a ser blando y maleable, como una especie de plastilina que se endurece con el frío, volviéndose más duro y quebradizo.
- Color: Las tonalidades del hachís pueden ir desde colores dorados o beige hasta los tonos verdes o negros, en función de su método de elaboración.
- Olor: Aunque, en general, el hachís tiene un aroma bastante característico, este puede variar ligeramente para adquirir matices más terrosos, especiados o florales.
¿Qué es el hachís CBD?
El hachís CBD, a diferencia del tradicional, es un tipo de hachís que se produce a partir de cepas de cannabis que cuentan con altos niveles de este cannabinoide, siendo el CBD su principal compuesto activo. Por tanto, el hachís CBD no produce los efectos embriagantes del hachís tradicional.
Hasta la popularización del CBD, solo existía el hachís tradicional, el cual se elaboraba con plantas de marihuana ricas en THC. En consecuencia, este hachís contaba con una fuerte capacidad embriagante, con efectos como euforia, pesadez y narcotismo.
Sin embargo, con la expansión del CBD surgió un nuevo tipo de hachís que conservaba algunas características del tradicional, como el aroma, el sabor o el aspecto, pero sin efectos psicotrópicos.
Qué tipos de hachís CBD existen
Según su método de obtención, el hachís puede clasificarse de una forma u otra. En las próximas líneas, exploraremos las clases de hachís más destacables, entre las que se incluyen el polen con CBD, el bubble hash CBD y el charas con CBD.
Polen CBD (dry sift CBD o hash CBD extraído en seco)
El polen con CBD, también llamado hash seco, dry hash o dry sift, es una tipología de hachís CBD que se obtiene por medio de un proceso de extracción en seco. Esta es la forma tradicional marroquí de elaborar hachís: las flores ricas en CBD se colocan en una malla de enrejado muy fino, la cual se mueve para que las flores vibren y reciban leves impactos que separen la resina de la materia vegetal, de manera que los tricomas quedan aislados.
Esta clase de hachís CBD se distingue por su alto nivel de CBD y terpenos, que le confieren un aroma intenso y particular. Es muy parecido al hachís tradicional en olor y textura, adquiriendo tonalidades que van desde el amarillo hasta el marrón claro e incluso el verde. Nuestra resina Lemon Hash CBD es un claro ejemplo de ello.
En lo referente al polen CBD, hay una versión mejorada de este tipo de hachís que incorpora una mayor cantidad de tricomas. Es el polen full melt, en el que se ha separado la mayor parte de la materia vegetal para aislar los tricomas, de forma que la resina queda purificada y los aromas se intensifican.
Finalmente, en nuestro catálogo puedes encontrar también, dentro de los dry sift, polen rico en otros cannabinoides distintos del CBD, como el CBN Cream que, además de contar un alto porcentaje de CBD, también tiene un elevado nivel de CBN, o bien, el Polen Hash H4CBD, que cuenta con un 25% de H4CBD.
Bubble hash CBD (hash al agua con CBD o ice-o-lator CBD)
El bubble hash, hachís al agua o ice-o-lator es una clase de hachís que se obtiene empleando agua y hielo para extraer la resina y separarla de la materia vegetal.
Los tricomas de las flores de cannabis no se disuelven en agua, por lo que esta actúa como un separador mecánico, ya que los arrastra apartándolos de la flor. Grosso modo, el procedimiento consiste en colocar diversas mallas de filtrado sobre un recipiente, vertiendo sobre ellas una mezcla de agua, hielo y flores ricas en CBD.
El agua para a través de las mallas y la resina se filtra, de manera que el líquido queda en el recipiente y el hachís entre las mallas, en forma de una pasta marrón y húmeda. Esta se seca a posteriori y se prensa para emular la forma y aroma del hachís tradicional.
Hachís tipo pakistaní con CBD u otros cannabinoides
El charas es el hachís tradicional de las regiones de la India y Pakistán. A diferencia de los tipos de hachís explicados hasta ahora, para la elaboración del charas se utilizan flores frescas, es decir, sin secar.
En el caso del charas con CBD, se sigue el mismo proceso de elaboración que para el tradicional, pero se utilizan flores con altos niveles de este cannabinoide. El proceso consiste en frotar los cogollos con las manos limpias hasta que se acumula en ellas una buena capa de resina de cannabis.
También contamos en nuestro catálogo con la H4CBD Resina Pakistan Hash que, tal como su propio nombre indica, cuenta con altos niveles de H4CBD que llegan hasta el 30%. Asimismo, dada su altísima calidad y color oscuro, conserva los matices ancestrales de las resinas procedentes de Pakistán.
Cómo evaluar la calidad del hachís
En el caso del hachís, determinar la calidad es algo más complejo que con las flores de cannabis. Esto se debe a que ciertas características cambian en función del tipo de hash, como por ejemplo el color.
El dry sift o polen, generalmente es de color amarillento cuando es de buena calidad. Sin embargo, el hachís al agua o el charas suelen contar con tonalidades oscuras.
Pero hay una prueba que no falla, ya que, a pesar de poderse obtener por diversos medios, el hachís no deja de ser resina de cannabis.
Esta prueba consiste en calentar un trozo de hash con una llama, como la del mechero, y observar si hierve. Es decir, al calentar el hachís, este debe hacer una especie de pequeñas burbujas que indiquen que está hirviendo, e incluso, volverse líquido si cuenta con un grado de pureza muy alto.
Finalmente, te recordamos que tanto la resina como las flores CBD de nuestro catálogo son un objeto de coleccionismo. Por tanto, cualquier uso distinto a este constituye una utilización indebida del producto.
