El aceite de CBD, tal como se puede deducir por su nombre, es un producto oleoso que contiene CBD en diversas formas y en distintos porcentajes. El cannabidiol o CBD es un compuesto no psicoactivo de las flores de cannabis, que cuenta con propiedades medicinales.
Generalmente, el aceite de CBD se compone de sólo dos ingredientes: un aceite vegetal que constituye la base del mismo y un extracto de cannabis con CBD. El aceite empleado acostumbra a ser de semillas de cáñamo y, en lo referente al extracto, en función de si está filtrado o si contiene THC (0,2% máximo), dará lugar a un tipo u otro de aceite de CBD.
De forma muy resumida, el aceite de CBD broad spectrum o de amplio espectro se caracteriza por estar totalmente libre de THC. Por otra parte, el aceite de CBD full spectrum o de espectro completo, mantiene ese porcentaje natural de THC del cannabis (0,2%), junto a los terpenos y el resto de cannabinoides de la planta. Finalmente, el aceite de CBD Raw o aceite de CBD crudo conservaría mayor grado de pureza, ya que contiene un extracto de flores que no está filtrado y mantiene todos los componentes naturales de la planta, como ceras y resinas.
Este aceite se ha vuelto tremendamente popular en los últimos años, porque se le atribuyen múltiples propiedades medicinales. Pero, ¿es tan beneficioso como afirman sus consumidores? En las próximas líneas, haremos un repaso de sus propiedades y sus potenciales usos en el ámbito de la salud.
Cannabidiol (CBD): Lo que sabemos y lo que no desde un enfoque médico
Actualmente, solo existe un medicamento con CBD libre de THC: el Epidiolex, de GW Pharmaceuticals. Según la ficha técnica de la AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios), el Epidyolex estaría indicado para el tratamiento complementario de crisis que estén asociadas a los síndromes de Lennox-Gastaut (SLG) o de Dravet (SD), combinado con clobazam, en pacientes mayores de dos años de edad. Asimismo, este medicamento también Epidyolex estaría indicado para el tratamiento complementario de crisis asociadas al complejo de esclerosis tuberosa (CET) en pacientes también con más de dos años de edad.¹
Por ende, el único uso médico ampliamente aprobado consiste en la administración de CBD como tratamiento de los mencionados síndromes. Sin embargo, existen numerosos estudios sobre el potencial médico del CBD en muy diversas patologías.
¿Cuáles son los principales beneficios de utilizar aceite de CBD?
El uso del aceite de CBD puede tener diversos beneficios, ya que este cannabinoide cuenta con múltiples propiedades. Se trata de un compuesto que puede ayudar con varios tipos de dolores e inflamaciones. Asimismo, puede resultar útil en casos de estrés o ansiedad, o bien, en el tratamiento de ciertas afecciones cutáneas.
Evidencias de los beneficios del cannabidiol para la salud
En primer lugar, es sabido que puede ayudar con las inflamaciones. En el año 2015, se llevó a cabo una revisión sistemática de numerosos estudios relativos al potencial antiinflamatorio de este cannabinoide.
Esta halla evidencias del potencial que tiene el CBD en diversas dolencias de tipo inflamatorio como pueden ser la artritis, la inflamación de oído, la enfermedad inflamatoria intestinal o la enfermedad inflamatoria pulmonar. Finalmente, indica que son necesarios más ensayos clínicos para poder aprovechar este potencial².
Asimismo, en 2018, se publicaron los resultados de otra revisión sistemática que valoraba las evidencias disponibles sobre el empleo de CBD para tratar varias clases de dolor. Esta concluyó que la evidencia existente respalda la utilización de cannabis en tratamiento de varios tipos de dolor crónico entre la población adulta. También aclara que es necesario llevar a cabo más ensayos clínicos para determinar aspectos como la duración del tratamiento o el tipo de cannabis, entre otros³.
El potencial ansiolítico del CBD también ha sido estudiado en diversas ocasiones. Otra revisión de artículos, cuyos resultados se publicaron en 2018, concluyó que el CBD puede contar con propiedades útiles para tratar estrés postraumático⁴. Asimismo, en 2010 se publican los resultados de otro estudio que indica que el CBD puede reducir los niveles de ansiedad ante situaciones sociales complejas⁵. Finalmente, este poder ansiolítico también puede contribuir a mejorar la calidad del sueño, tal como se halló en un estudio publicado en 2019, en el que 66,7% de los participantes aseguraron notar una mejoría en la misma con la toma de CBD⁶.
Por último, cabe destacar las propiedades cosméticas del CBD y su potencial para el tratamiento de diversas afecciones de la piel. Se trata de un compuesto que cuenta con propiedades antioxidantes y puede ayudar a regular la producción de sebo⁷. Asimismo, puede ser útil en tratamiento de las reacciones inflamatorias sufridas en la dermatitis alérgica por contacto⁸, o bien, tratar la psoriasis⁹.
¿Es seguro el aceite de CBD?
El aceite de CBD es considerado seguro por la mayoría de los expertos en salud y por las organizaciones reguladoras de todo el mundo. El cannabidiol (CBD) es uno de los compuestos químicos que se encuentran en la planta de cannabis y que, a diferencia del THC, no tiene efectos psicoactivos.
Aunque se han realizado pocos estudios a largo plazo sobre el uso del aceite de CBD, los ensayos clínicos han demostrado que es seguro en dosis adecuadas y que no produce efectos secundarios significativos. Sin embargo, siempre es recomendable revisar médicamente cada caso específico antes de comenzar a usar aceite de CBD. Asimismo, también es sumamente importante utilizar aceite de CBD de una fuente confiable y de alta calidad, porque algunos productos de este tipo podrían estar contaminados o contener ingredientes no declarados en la etiqueta.
¿Cómo se puede tomar el aceite de CBD?
El aceite de CBD puede ser administrado mediante tres vías, principalmente, que son la ingestión, la administración sublingual y la aplicación tópica. Solo esta última sería legal en España, dado que los cannabinoides no pueden comercializarse como un suplemento alimenticio en la mayoría de los países de la UE. Si bien, hay territorios como Suiza, Canadá o Estados Unidos, donde estas vías de administración sí estarían permitidas para el mismo producto.
En cualquier caso, antes de proceder con la administración del aceite de CBD, debe conocerse la dosis adecuada, ya que esta varía en función de diversos factores, como el peso, por ejemplo. Una vez que se conoce la dosis, se puede proceder a la administración.
En lo referente a la vía sublingual, el aceite se administra bajo la lengua con la ayuda de un cuentagotas y se mantiene entre 30 y 60 segundos, pudiendo tragar el resto pasado ese tiempo. Para que surta mayor efecto se debe evitar la ingestión de cualquier bebida o alimento, durante unos 20 minutos antes y después de la toma.
En cuanto a la ingestión, lo más habitual es añadir unas gotas de aceite de CBD a alguna bebida, como café o zumo, y tomarla después. Aunque la administración por ingestión y la sublingual son parecidas, la ingestión tarda más tiempo en hacer efecto porque el aceite tiene que digerirse antes de metabolizarse. En la vía sublingual, en cambio, al no pasar por el tracto digestivo se cuenta con un menor tiempo de metabolización.
Por último, el aceite de CBD puede aplicarse directamente sobre la piel, dadas sus propiedades cosméticas, analgésicas y antiinflamatorias. Simplemente, será necesario limpiar la zona afectada con agua y jabón y aplicar después unas gotas de aceite.
Este artículo fue originalmente redactado por Mari Carmen Martínez y publicado en Revista Médica.
Referencias
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- Linares, I. M., Zuardi, A. W., Pereira, L. C., Queiroz, R. H., Mechoulam, R., Guimarães, F. S., & Crippa, J. A. (2018). Cannabidiol presents an inverted U-shaped dose-response curve in a simulated public speaking test. Brazilian Journal of Psychiatry, 41, 9-14.
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- Norooznezhad, A. H., & Norooznezhad, F. (2017). Cannabinoids: Possible agents for treatment of psoriasis via suppression of angiogenesis and inflammation. Medical hypotheses, 99, 15-18.